jueves, 9 de abril de 2009

Guilty Pleasures.

Me da vergüenza admitir que me gusta la astrología. No el horóscopo de la última página del Clarín o cualquier otro diario que te tira una predicción que en realidad no dice nada, sino la astrología con un poco más de estudio detrás que teoriza sobre las distintas características de la personalidad según fecha, hora y lugar de nacimiento. Tampoco llegué a comprarme un libro de Ludovica Esquirru, Horangel o el que fuere porque además de vergüenza, me daría culpa. Hace un par de semanas atrás descubrí el I-Ching y quedé pasmada. Una cosa más que debo admitir que me conmueve. Ayer me comentaron sobre la existencia de la carta natal maya y terminaron de profanar mi alma supuestamente atea.
Anyway, no creo que me haga mal saber que soy perro de agua virginiana con ascendente en Tauro, luna en Piscis y descendente en Escorpio y encima de todo eso luna lunar de alacrán y manos (?).
Estoy confundida.
D.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que tiene de malo la astrologia? y que tiene que ver con Dios?
Me parece que el problema es ser de virgo jajajajaj