viernes, 15 de mayo de 2009

Instancias psíquicas

Llegué a un punto de la terapia donde ya no hablo sobre mi vida laboral, ni mis amigas, ni mis peleas con mi mamá, hermano o novio. No hablo de nimiedades ni de asuntos concretos, aparentemente mi objetivo se ha convertido en otro.
El fin ya no es controlar mi mal humor, mis problemas de todos los días, o en palabras de Freud "la psicopatología de la vida cotidiana". Ahora se trata de poner en vereda a instancias tan abstractas que hasta podríamos cuestionar su existencia. Yo no, lo tengo prohibido por la religión.
Entonces, ahora no sólo tengo que intentar ocuparme de mis problemas como ciudadana (pagar cuentas, generar más ingresos, ser exitosa a nivel profesional, etc.), como mujer (adelgazar, demostrar que las mujeres inteligentes no somos todas feas o que las lindas no somos todas tontas, controlar inseguridades y celos, etc.) sino también como instancia psíquica.
De ese modo, tengo que trabajar sobre mi superyó super-rígido, mi angustia de abandono y mi constante tendencia a la neurosis.

L.

1 comentario:

Lima Limón dijo...

Jijij!!! Se nota que estás estudiando!
Besote, Limeta!